Crear una empresa en España no es difícil. Hacerlo bien, sí.
Cada año, cientos de emprendedores y empresas extranjeras aterrizan en el mercado español con buenas ideas… y poca información. Lo que empieza como una oportunidad, termina muchas veces en trámites bloqueados, costes inesperados y estructuras mal planteadas.
¿El problema?
La normativa es compleja. La administración, lenta. Y los errores, caros.
Esta guía no es solo un “paso a paso”. Es una hoja de ruta práctica para tomar buenas decisiones desde el inicio, evitar riesgos innecesarios y construir una empresa que pueda crecer en España sin tropiezos.
Empecemos por lo que nadie te dice: ¿Por qué fracasan tantas iniciativas extranjeras en España?
España es un país atractivo para invertir. Pero también es un país con una administración compleja, un sistema fiscal exigente y unas normas que, si no dominas, te comen.
Estos son los errores más comunes:
Elegir la figura jurídica equivocada.
Muchas empresas montan una SL pensando que es lo más flexible… hasta que quieren escalar, incluir socios o repatriar beneficios.
Desconocer la fiscalidad local e internacional.
No planifican su estructura tributaria desde el inicio y acaban pagando más impuestos de los necesarios.
No contar con una asesoría especializada desde el minuto uno.
El asesor de “confianza” en su país de origen no entiende la normativa española. Y eso genera bloqueos, retrasos y multas.
Descuidar la parte laboral.
En España no se puede contratar sin prever la normativa de prevención de riesgos, convenios, seguros sociales, etc.
¿Conclusión? Crear una empresa en España sin guía experta es como conducir por una ciudad desconocida sin GPS. Puedes llegar… pero mal y tarde.
Entonces, ¿cómo crear una empresa en España de forma segura y rentable?
Te explicamos el proceso con una mirada práctica y estratégica.
Cada paso requiere decisiones que afectan al futuro de tu empresa.
1. Elegir la forma jurídica correcta
¿Sociedad Limitada, Sucursal, Filial, Autónomo? No hay una opción mejor que otra. Tu elección depende de tu plan de crecimiento, número de socios, responsabilidades legales y si operas en varios países.
Clave estratégica: Evalúa si te conviene abrir una filial, una sucursal o una SL independiente. A veces, pagar menos impuestos fuera no compensa la carga administrativa aquí.
2. Obtener el NIE y los certificados digitales (sí, antes de todo)
El NIE (Número de Identificación de Extranjero) es obligatorio para cualquier socio o administrador no residente.
También necesitarás el certificado digital para realizar trámites electrónicos con Hacienda, Seguridad Social o el Registro Mercantil.
Consejo útil: No subestimes este paso. El tiempo que tardes en obtener el NIE puede retrasar semanas la creación de tu empresa.
3. Preparar la constitución: estatutos, capital social y nombre
Aquí se empieza a jugar de verdad. Los estatutos sociales definen cómo funcionará tu empresa.
¿Quién toma decisiones? ¿Qué pasa si un socio quiere salir? ¿Hay cláusulas de arrastre o preferencia?
Error habitual: Usar estatutos “de plantilla” sin adaptarlos a la realidad del negocio. Te ahorras 300 € hoy… y te cuesta miles en el futuro porque un mal documento puede bloquear decisiones importantes.
Además, deberás:
- Solicitar el nombre oficial a registrar.
- Abrir una cuenta bancaria para ingresar el capital mínimo.
- Otener un certificado bancario para la notaría.
Si no resides en España, es probable que te estés preguntando si todo esto se puede hacer a distancia. La respuesta corta es sí, pero con ciertos matices. Te lo contamos con más detalle en este artículo del blog: ¿Debo viajar a España para constituir una sociedad?
4. Firma ante notario e inscripción en el Registro Mercantil
Con toda la documentación en regla, se firma la escritura pública de constitución y se remite al Registro Mercantil Provincial.
Una vez inscrita, tu empresa tiene existencia legal.
Pero cuidado: hasta que no tengas el NIF definitivo y alta fiscal, no puedes operar ni facturar.
5. Alta fiscal y laboral: empieza la verdadera operativa
Tu empresa necesita:
- Darse de alta en Hacienda y obtener su NIF definitivo.
- Declarar su actividad económica (IAE).
- Solicitar el alta en el Registro de Operadores Intracomunitarios, si vas a operar en la unión Europea.
- Inscribirse en la Seguridad Social si vas a contratar personal.
Punto importante: Los errores en esta fase generan sanciones. El sistema fiscal español está lleno de formularios (036, 037, 303, 111, 347…) y fechas que no puedes descuidar.
6. Alta en la Seguridad Social y contratación de empleados
Si tu empresa va a contratar personal en España —ya sea desde el inicio o más adelante— tendrás que darte de alta como empresa empleadora en la Seguridad Social. Esto implica:
- Obtener el Código de Cuenta de Cotización (CCC).
- Registrar y dar de alta a cada trabajador antes del inicio de su actividad.
- Cumplir con la normativa de prevención de riesgos laborales.
- Aplicar el convenio colectivo sectorial o territorial correspondiente.
Además, deberás gestionar:
- Nóminas y seguros sociales (modelo TC1, TC2).
- Declaraciones fiscales trimestrales (modelo 111).
- Retenciones IRPF de los empleados.
Punto crítico: El marco laboral en España es garantista. Cualquier error en contrataciones, despidos o cotizaciones puede derivar en sanciones importantes o conflictos judiciales.
¿Y después de crearla? Viene la gestión
Crear una empresa en España es solo el principio. Luego hay que:
- Llevar la contabilidad conforme al Plan General Contable Español.
- Presentar modelos fiscales mensuales, trimestrales y anuales.
- Cumplir con los libros obligatorios y depositar cuentas en el Registro Mercantil.
- Gestionar la relación laboral (nóminas, convenios, despidos, inspecciones…).
¿Y todo esto lo puede hacer una empresa extranjera sin estar aquí?
Sí. Pero solo si cuentas con una consultoría integral que centralice todos estos aspectos.
Implanta tu empresa en España sin errores, sin pérdidas y sin complicaciones
Instalarse en España desde el extranjero no es fácil. Hay normas que no entiendes, plazos que se cruzan, trámites que se duplican y gestiones que nadie coordina.
En GCO evitamos todo eso.
Trabajamos contigo desde el principio para que cada decisión —jurídica, fiscal, laboral o contable— esté bien planteada desde el minuto uno.
Y lo hacemos con un único interlocutor, para que no tengas que coordinar abogados, gestores ni asesores por separado.
Además contamos con tecnología propia que te da control y acceso a tus datos en todo momento y estés donde estés. Con GCO Conta: visualizarás tu contabilidad en tiempo real y con GCO Archiva gestionarás tu documentación de forma digital, segura y accesible.
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